Pintores Italianos Que Influyeron El Arte De El Greco Son
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El Greco y la pintura moderna
Museo Nacional del Prado. Madrid 24/06/2014 - 05/10/2014
El redescubrimiento del Greco tuvo gran importancia para el desarrollo de la pintura en el último tercio del siglo 19 y a lo largo de buena parte del XX. Tras la fascinación ejercida por Velázquez entre los pintores realistas, el Greco, entonces muy poco conocido, atrajo a los artistas más renovadores, como Manet y Cézanne. También interesó a los pintores españoles, entre ellos Zuloaga, que poseyó La visión de san Juan (Nueva York, Metropolitan Museum of Art), obra decisiva en el nacimiento mismo del cubismo por su influencia sobre Picasso, para quien el Greco fue el maestro antiguo más relevante. Tuvo además un gran peso en la difusión del cubismo, a través del orfismo de Delaunay, y de las obras de Derain, Modigliani, Rivera y la vanguardia checa.
- Comisario:
- Javier Barón Thaidigsmann, Jefe del Área de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Museo Nacional del Prado
Acceso
Sala A y B. Edificio Jerónimos
Horario
De lunes a sábado de x a 20h, domingos y festivos de ten a 19h.
Multimedia
Exposición
La modernización de la pintura. De Manet a Cézanne
En el Romanticismo, la apertura de la Galería Española de Luis Felipe de Orleans en el Louvre (1838), donde figuraron nueve obras del Greco, como la versión reducida de la Adoración del Nombre de Jesús hoy en Londres, o atribuidas a él, como la Dama del armiño, hizo que se interesaran por el artista escritores como Théophile Gautier y Charles Baudelaire, y pintores como Eugène Delacroix. Después, su influencia es muy visible sobre édouard Manet, que en 1865 vio sus obras en Madrid y Toledo, y Paul Cézanne, que en 1882 copió la Dama del armiño. También interesó a algunos artistas españoles, como Mariano Fortuny y su círculo (en especial Ricardo de Madrazo), que apreciaron la riqueza y frescura de su colorido, lo mismo que otros artistas que visitaron España, entre ellos el norteamericano William Merritt Chase, que estuvo varias veces a partir de 1881. La vinculación entre Cézanne y el Greco, establecida tras la muerte de aquel, constituyó una de las ideas en las que se fundamentó el origen de la pintura moderna, pues además ambos artistas influyeron decisivamente en el cubismo y el expresionismo.
Picasso y el cubismo
Pablo Picasso, el artista más importante del siglo XX, fue también el más influido por el Greco a lo largo de su trayectoria. Ya en sus comienzos, el conocimiento de su pintura durante su formación en Madrid le hizo ver la excelencia de sus obras, aún poco valoradas. Sus dibujos y sus cuadros de 1898 y 1899 muestran su inicial obsesión por el Greco. Esta se hizo muy intensa en su periodo azul, entre 1901 y 1904, en el que la elaboró de united nations modo original a partir de la obra Evocación. Después, en el periodo de Gósol, en 1906, se interesó por la plasticidad de sus figuras. En los orígenes y la definición del cubismo la obra del Greco tuvo united nations papel preeminente, y también en su difusión, pues algunos de los artistas influidos por Picasso, como Derain, Modigliani , Rivera y los cubistas checos, se inspiraron, a su vez, en el artista cretense. Después del cubismo, Picasso se valió de los retratos del Greco como puntos de partida para expresar una referencia a lo español. En su última época, al tratar los motivos de mosqueteros, volvió sobre el Caballero de la mano en el pecho para mostrar, a través de una ejecución muy libre, aquella referencia transfigurada por un sense of humor a la vez sarcástico y melancólico.
Zuloaga y Sorolla
La valoración del Greco en España fue muy notable a partir de la década de 1890. Tuvo su máxima referencia en la figura de Ignacio Zuloaga, que se convirtió en el más ferviente propagandista del pintor. Reunió una amplia colección de obras suyas o a él atribuidas, entre las que destaca La visión de san Juan (presente en la exposición) que, adquirida en 1905, resultó clave en el origen del cubismo. Zuloaga representó esta obra al fondo de Mis amigos, cuadro en el que incluyó las efigies de muchos de los escritores españoles que apreciaron al Greco, en especial los de la llamada Generación del 98. También retrató de united nations modo expresivamente simbólico, con la ciudad de Toledo al fondo, a Maurice Barrès, autor del influyente libro El Greco o el secreto de Toledo (1911), que aparece en su mano. En obras como Anacoreta, pintada en su campaña castellana de 1907, y en otras de los años siguientes, puede verse la cercanía con los modelos del Greco, como su San Bernardino. Otros artistas españoles, como Santiago Rusiñol y Joaquín Sorolla, valoraron también al Greco, que influyó especialmente en algunos de sus retratos.
El orfismo y su influencia
Entre las derivaciones del cubismo, el orfismo fue el movimiento más vinculado a la obra del Greco. Su creador, Robert Delaunay, se inspiró en el sentido dinámico que el color tenía para el cretense, unido a la composición en planos. Además, Delaunay vivió, con su esposa Sonia, también pintora, una larga temporada en España, y se familiarizó con los grecos del Prado y de Toledo, en cuya Casa Museo se exponía el San Sebastián, que influyó en su serie de gitanos. Amigo de Delaunay, Diego Rivera estudió la obra del Greco en Toledo. Su influencia, unida a la de Picasso, se vierte, en tonos vivos y cálidos, en su monumental Adoración de la Virgen y el Niño, que evidencia la perfecta fusión entre el legado del maestro cretense y el cubismo. August Macke, que conoció a Robert Delaunay en 1912, representa la vertiente más construida y afín al orfismo de Der Blaue Reiter (El jinete azul), grupo expresionista que surgió en Múnich y, con Vassily Kandinsky, derivó a la abstracción. Como Franz Marc y Paul Klee, Macke se sintió muy atraído por el Greco, y transmitió esa atracción a la pintura renana posterior a él.
El expresionismo germánico
La pintura del Greco ejerció una gran influencia en el desarrollo del expresionismo en los países germánicos. El artista fue apasionadamente reivindicado en el Viaje por España (1910) de Julius Meier-Graefe (al que retrató poco después Lovis Corinth), y luego estudiado en sendas monografías por August Mayer (1911) y Hugo Kehrer (1914). Sus obras fueron coleccionadas por Marczell von Nemes (y expuestas entre 1910 y 1912 en Budapest, Múnich y Dusseldorf); y Bernhard Koehler, que poseyó un San Juan Bautista, versión del expuesto en la sala anterior. A través del marchante Paul Cassirer, el Laocoonte fue conocido en Berlín y Múnich, y gracias a Hugo von Tschudi pudo adquirirse una importante versión del Expolio para la pinacoteca de esta última ciudad. Los artistas austriacos, como Schiele y Kokoschka, y los alemanes, como Macke, Beckmann y Hofer entre otros, recibieron la influencia de estas obras, y el holandés Adriaan Korteweg realizó copias muy libres del Laocoonte y de la Oración en el huerto.
La visión de Toledo y el Greco por otros expresionismos
Además de haber influido a los pintores centroeuropeos, el Greco fue una referencia para otras vías expresivas de la pintura. El Laocoonte influyó al holandés Korteweg, pero también los paisajes toledanos del Greco, como el que muestra el fondo de este cuadro, sirvieron como punto de referencia para la interpretación de numerosos artistas que viajaron a Toledo. Entre ellos estuvieron Diego Rivera, en su etapa influida por el cubismo, Ignacio Zuloaga, que pintó varios paisajes de Toledo, y David Bomberg. Esa concepción del paisaje influyó, a su vez, sobre las vistas que Chaïm Soutine pintó en Céret. Tanto este artista como Marc Chagall, pintores eslavos de origen judío que desarrollaron su obra en una órbita cercana al cubismo, se sintieron muy atraídos por la pintura del Greco. A la vez, el Greco ejerció su ascendencia sobre otros artistas, como Henry Moore, inspirado por La visión de San Juan y, en especial, sobre el surrealismo, cuya valoración del "modelo interior" y de la "belleza convulsa" propiciaba esa recepción de su obra. Así ocurre en las obras de pintores como óscar Domínguez y André Masson.
América
Carentes de una tradición pictórica asentada, los artistas americanos del siglo XX vieron en el Greco el ejemplo estimulante de una personalidad formada, como ellos, en varias culturas diferentes. En México le admiraron los artistas del muralismo, no solo Rivera, a quien había influido ya en su etapa cubista, sino también Orozco. El chileno Roberto Matta, que conoció la obra del Greco en España, estuvo influido por él en sus pinturas de finales de los años treinta y principios de los cuarenta, que fueron relevantes en la génesis del expresionismo abstracto en los Estados Unidos de Norteamérica. Allí se formaron colecciones que incorporaron obras importantes del Greco, como la Expulsión de los mercaderes del templo (Nueva York, The Frick Drove, asunto aquí presente en su última versión), La Resurrección y La visión de san Juan. Del lado del precisionismo, influido por el poscubismo, Charles Demuth realizó united nations homenaje al artista. Thomas H. Benton, que había visto sus obras en París, copió varias pinturas suyas con un método que transmitió a Jackson Pollock, su alumno, a quien el Greco fue el maestro antiguo que más le interesó.
Figuraciones posteriores a la Two Guerra Mundial
Tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial las posibilidades de la pintura se orientaron hacia una vertiente angustiosamente expresiva. Un artista de origen judío como David Bomberg lo expresó a través de la iconografía del Greco (Cristo abrazado a la cruz) en su cuadro Escucha oh Israel. En la obra de Francis Bacon los escorzos de algunas de sus figuras, como la de Mujer tumbada, se relacionan con el del soldado en primer plano en la Resurrección del Prado. Alberto Giacometti, muy interesado en el arte del pasado, copió varias obras del Greco, entre ellas la Dama del armiño, y se valió en sus figuras de la morfología de sus retratos, que influyeron también intensamente en las imágenes de Antonio Saura. Finalmente, la última obra de Picasso se sirvió de nuevo del Greco a través de los dos cuadros más importantes para él, el Entierro del señor de Orgaz, fuente de su obra gráfica, y el Caballero de la mano en el pecho, origen de la iconografía de no pocos de sus mosqueteros. A través de estas imágenes celebró al final de sus días la pintura de un modo franco y expresivo, precursor de los neoexpresionismos.
Cronología
Adquisición de la Asunción de la Virgen de Santo Domingo el Antiguo por el infante Sebastián Gabriel de Borbón, con los informes favorables de los pintores de cámara Juan Antonio de Ribera y José de Madrazo, en cuya colección figuran tres obras del artista. Adquisición por Fernando VII, con destino al Prado, de la Trinidad de Santo Domingo el Antiguo, con los informes favorables de los pintores Vicente López, director artístico del Museo, y Juan Antonio de Ribera. Apertura al público de la Galería Española de Luis Felipe de Orleans en el Louvre, en la que se hallan nueve obras importantes del Greco o atribuidas a él, llevadas desde España por el barón Taylor. Inauguración del Museo de la Trinidad en Madrid, con obras religiosas procedentes de conventos desamortizados, entre ellas varias del Greco. Viaje del escritor y crítico Théophile Gautier a España, en el que ve obras del Greco. Publicación de la primera monografía ilustrada con fotografías sobre artistas españoles, entre ellos el Greco, a cargo de William Stirling-Maxwell, que adquirió varias obras del artista. Visita de édouard Manet al Prado y a Toledo, aconsejado por el escritor, crítico y coleccionista Zacharie Astruc, que había viajado a España el año anterior. En los años siguientes Fortuny copia a la acuarela obras del Greco en el Prado. Integración de los fondos del Museo de la Trinidad, que contaba con quince obras del Greco, en el Prado. Restauración del Entierro del señor de Orgaz por el pintor Matías Moreno. Paul Cézanne copia la Dama del armiño a partir de una xilografía. Adquisición por Santiago Rusiñol de dos Grecos en París, que traslada con solemnidad al Cau Ferrat de Sitges. Primera exposición monográfica dedicada al Greco, organizada por el Museo del Prado. A partir de ella, se hacen frecuentes las adquisiciones de sus obras por coleccionistas y museos norteamericanos. Adquisición por Ignacio Zuloaga de La visión de san Juan. Primera monografía, con l ilustraciones, sobre el Greco, publicada por Miguel Utrillo. Copias en el Prado de los cuadros del retablo de Doña María de Aragón por artistas alemanes. Picasso pinta su primer cuadro cubista, Las señoritas de Aviñón. Primera monografía con catálogo razonado del Greco, a cargo de Manuel B. Cossío. El Salón de Otoño de París dedica una de sus secciones a obras del artista. Adquisición por Hugo von Tschudi del Expolio del Greco para la Pinacoteca de Múnich. Exposición del Greco en la Academia de San Fernando de Madrid. Publicación del Spanische Reise (Viaje por España) de Julius Meier-Graefe. Inauguración de la Casa Museo del Greco en Toledo, por el marqués de Vega Inclán. Exposición de la colección Marczell von Nemes, con Grecos importantes, en Budapest, que luego viaja a Múnich y a Dusseldorf. Publicación de los libros sobre el Greco de Maurice Barrès en París y August L. Mayer en Múnich. Estancia de Diego Rivera en España seguida por la muy prolongada de Robert y Sonia Delaunay (periodos entre 1914-1920). Apertura de la sala dedicada monográficamente al Greco en el Prado. Realización por José Clemente Orozco del mural Prometeo, influido por el San Sebastián del Greco, encargado por el Pomona Higher de Claremont (California). Pollock y Guston lo visitan. Viajes de Henry Moore, de André Masson y de Marc Chagall a España en los que ven obras del Greco. Publicación de la monografía de Legendre y Hartmann con heliograbados que sirven de base a numerosas copias a lápiz de Jackson Pollock, profundamente influido entonces por el Greco. Roberto Matta pinta en Estados Unidos sus Morfologías psicológicas due east influye, junto con Picasso y Orozco, a Jackson Pollock, que pinta en 1944 su obra Gótico, en el umbral de la pintura de acción. El Laocoonte ingresa en la National Gallery de Washington. Once años después La visión de San Juan es adquirida por el Metropolitan Museum de Nueva York, que ya poseía varias obras del Greco, entre ellas, la Vista de Toledo. En Europa, Alberto Giacometti copia obras del Greco y se inspira en el artista, como luego Bacon y Saura. Picasso inicia su serie de pinturas a partir de los motivos de mosqueteros que continúa en los años siguientes, algunos inspirados en El caballero de la mano en el pecho. En 1968 rinde en sus grabados un homenaje irónico a El entierro del señor de Orgaz.1830
1832
1838
1840
1847
1865
1872
1885-86
1893-94
1902
1905
1907
1908
1909
1910
1911
1912
1920
1930
1934
1937
1939
1945
1967
Obras
Catálogo
El catálogo que acompaña a la muestra está compuesto por tres ensayos generales: el primary a cargo de Javier Barón, comisario de la muestra; otro en torno a la construcción pictórica del Greco de Leticia Ruiz, Jefe de departamento de Pintura Española (hasta 1700) del Museo del Prado; y un tercero que analiza el coleccionismo del Greco en España por Pedro José Martínez Plaza, conservador del departamento de Pintura del siglo 19 del Museo del Prado. Además se incluyen otros cuatro textos que agrupan grandes bloques temáticos como el de Javier Barón centrado en Manet y la difusión del cubismo; el de Javier Portús en torno a la evolución de la influencia del Greco desde el surrealismo a las nuevas figuraciones; el de Veronika Schroeder en torno al expresionismo; y el de Jeffrey Schrader en torno a la influencia del cretense en la pintura norteamericana del siglo Xx.
Esta publicación está dedicada a José Alvarez Lopera, Jefe de conservación del Área de Pintura Española del Prado desde 2003 hasta su inesperado y prematuro fallecimiento en 2008, ya que fue él quien propuso, en primera instancia, la realización de una exposición en el Museo que mostrara la influencia que el Greco había tenido en la renovación de la pintura moderna.
- Título
- El Greco y la pintura moderna
- Páginas
- 344
- Medidas
- 24 x 30 cm
- Encuadernación
- Rústica
- ISBN
- 978-84-8480-294-5
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